Una de las películas más hermosas pero al mismo tiempo estrujantes, sin duda es Fría Tempestad (Kekexili, China-Hong Kong, 2004) el segundo largometraje del director Chuan Lu, y que cuenta la historia de una patrulla voluntaria que cuida al antílope salvaje de ser masacrado por los cazadores ilegales.
La película que tiene tintes documentales, impresiona por la impactante fotografía de los paisajes y el realismo en el tratamiento de lo que acontece. Los hombres que arriesgan la vida para salvar a los antílopes están ante la impenetrable magnificencia de la naturaleza, y a la vez ante la voracidad humana, situaciones que se convierten en la cuenta del tiempo que durará su vida.
La historia comienza con la llegada de un reportero de de Beijing, Ga Yu, quien abre la dura coraza que esconde el secreto más allá de las frías montañas. La patrulla civil, comandada por Ri Tai, está formada por cazadores de los hombres que exterminan a los antílopes para comercializar con la piel. Durante años han perseguido a los traficantes, sin éxito y a costa de su propia vida, sin apoyo del gobierno, sin suficientes armas ni dinero, mientras que por el contrario, los cazadores cuentan con lo suficiente para sobrevivir largas temporadas.
La mirada de Ga Yu es la que logra penetrar, no sólo el paisaje que se convierte en el verdadero protagonista, sino el propio corazón de los patrulleros, que al dejar sus hogares para emprender su fiel tarea, aceptan la posibilidad de nunca volver a su hogar, e incluso, presienten y aceptan su muerte.
El filme es una verdadera joya poética, basada en una historia real, que mantendrá el corazón del espectador en un hilo. La película puede encontrarse en DVD.